Apreciados seguidores, seguimos un mes más dando vueltas por la calle, pero esta vez buscando hueco en el nuevo sitio de moda: los bancos de las plazas o de los parques, ¡que están más cotizados que una mesa libre en la terraza de un bar al mediodía! Porque ya nos diréis en qué otro sitio podemos quedar con allegados enmascarillados que no sea la cola del súper. Y para estos nuevos lugares donde dejarse ver, aparece con fuerza la moda del sportwear, para desgracia de los más finos. Elemento destacado: Ojo a los pies del sector fashionista de centro comercial, porque están apareciendo como setas las bambas tobilleras, que no son Converse, pero casi(foto). Esto nos recuerda una máxima del mundo de la moda: «culo veo, culo quiero». ¡Es que están por todas partes!¿Podemos hablar ya de plaga?

¡Refrigerados seguidores!Salir a la street de manera glamurosa y no acabar como una estalactita, ¿es posible? Hemos encontrado inspiración, una vez más, en el pipican. No añadimos nada más, que los dedos están congelados por culpa de Filomena, y la estufa apagada, ¡ay la estufa!(El precio de la luz por las nubes).

Navide…bueno, apreciados seguidores!Nos hemos reunido hoy para… para pasar estos días como podamos! Y si es con un poco de glamour, aunque sea para comerte un yogur, pues mejor. Porque parece que pocas oportunidades hay para lucir zapatitos con tantos toques de queda, pero ¡es lo que hay! Y hay pijamas de lo más elegantes, casi que nos está empezando a gustar demasiado el homewear!( o la ropa de estar por casa de toda la vida).

Resistentes seguidores, hoy toca oda a ese objeto que se resiste a pasar de moda: la manta. A pesar de que la llegada de los nórdicos amenazó su imperio, y los más agoreros predecían su desaparición, ¡nada ha podido con ella !Con los primeros descensos del mercurio (más retro no puede ser esta frase, queridos) vuelve a aparecer como las setas en otoño o los mosquitos en verano. Por un largo reinado , ¡vivan las mantas que nos dan calorcito! (grito de guerra congelado de los que no tenemos calefacción). Y además, algunas son de lo más mono, ojo. Alerta fashionista para todos los bolsillos.

Resistentes seguidores, hoy toca oda a ese objeto que se resiste a pasar de moda: la manta. A pesar de que la llegada de los nórdicos amenazó su imperio, y los más agoreros predecían su desaparición, ¡nada ha podido con ella !Con los primeros descensos del mercurio (más retro no puede ser esta frase, queridos) vuelve a aparecer como las setas en otoño o los mosquitos en verano. Por un largo reinado , ¡vivan las mantas que nos dan calorcito! (grito de guerra congelado de los que no tenemos calefacción). Y además, algunas son de lo más mono, ojo. Alerta fashionista para todos los bolsillos.

Afables seguidores, en estos tiempos de semi confinamientos todo parece un poco más triste y menos fashion. Y si encima salimos a la calle y lo que nos rodea son bloques de cemento sin ninguna gracia, hechos en serie, la tristeza se convierte en desolación. Pero ¿qué les pasa a los arquitectos? ¿Sólo pueden construir edificios deprimentes? Por no hablar de los edificios con encanto que demuelen para perpetrar atrocidades en serie en su lugar. ¡Ay, qué pena de ciudades! Un pañuelo, por favor.

Queridos seguidores, las cosas están como están: todo a medio gas y con la mascarilla azul reinando en las calles. Nuestro superhéroe no puede salir, por el momento, a patrullar las calles en busca del streetstyle menos comentado. ¡Paciencia!

Veraniegos seguidores, hoy el elemento de la discordia que ocupa portadas. Empezó siendo un producto de farmacia, pero en poco tiempo ha pasado a los escaparates fashion (qué avispados nuestros comerciantes). Con todos ustedes: ¡la mascarilla! Unos la odian (amante bandido, conspiranoicos, diversos presidentes, etc.) mientras otros la disfrutan combinándola con el outfit del día. ¿Veremos a nuestro superhéroe con un tapabocas a juego con su capa o se conformará con la que venden en el kiosco?

Respetados seguidores, verano raro el de este año de libertad limitada por lo que todos sabemos. Con este panorama, y a 40 grados a la sombra, a nuestro superhéroe más fashion le da pereza salir a cazar tendencias y lo tenemos apoltronado al lado de su ventilador (vintage, of course). Lo del aire acondicionado, otro año.